PLASTICIZER: Las mujeres, primeras víctimas de la contaminación por plásticos

En diciembre de 2020, la Sociedad Endocrina publicó su informe "Plásticos, salud y disruptores endocrinos", que reveló una verdad escalofriante: se encontraron 144 sustancias químicas procedentes de plásticos en los cuerpos de las personas estudiadas. Cáncer, diabetes, infertilidad, todas estas sustancias tienen un impacto directo en nuestra salud. Y si esto afecta a toda la población, las mujeres son las mayores víctimas...

La plasticidad está invadiendo nuestros cuerpos

Desde los coches que conducimos hasta la ropa que llevamos, el plástico está en todas partes, incluso en nuestro cuerpo. Durante su producción, se utilizan muchas sustancias químicas potencialmente peligrosas, incluidos los disruptores endocrinos (DE). Se utilizan como componentes, aditivos o para darle determinadas propiedades, como el color o la flexibilidad. En estos productos de nuestro consumo diario, encontramos en particular el bisfenol A (BPA) y los ftalatos, que afectan, entre otras cosas, a nuestra capacidad reproductiva.
Las mujeres y los hombres no son iguales ante estos productos 
Frente a estas diversas toxinas que componen los plásticos, el metabolismo de las mujeres es más sensible que el de los hombres. ¿La causa? Cuanto más altos sean los niveles de estrógeno en las mujeres, mayor será el volumen de grasa que almacenará las toxinas, pero también la tasa más sensible e importante de estas toxinas durante la pubertad, el embarazo, la lactancia y la menopausia.
Una desigualdad que afecta a las generaciones futuras 
Aunque los disruptores endocrinos tienen un gran impacto en nuestra salud, tampoco perdonan al feto durante el embarazo. Estas sustancias pueden interferir con el sistema hormonal durante todas las fases del desarrollo intrauterino, y pueden causar enfermedades o malformaciones en los recién nacidos.
A pesar de ello, las mujeres están más expuestas a los plásticos que los hombres 
Esto comienza con los productos de higiene femenina, que pueden contener bisfenol A (BPA) o bisfenol S (BPS). Los tampones (6% de plástico) o las compresas (90%) pueden utilizarse una media de 11.000 veces en la vida de una mujer, lo que supone 11.000 veces más de posibilidades de estar contaminados por residuos de moléculas de riesgo. No obstante, existen alternativas, como las copas menstruales o las compresas y bragas lavables, que cada vez se desarrollan más en el mercado.
Los productos de belleza también presentan riesgos. Según un estudio realizado por el instituto independiente de calificación Noteo, de 15.000 productos de belleza e higiene estudiados, el 40% contenía al menos un disruptor endocrino. Pueden contener hasta 100 productos químicos, incluidos los microplásticos.

Desigualdad sanitaria y social causada por los roles de género

Los roles de género en nuestras sociedades siguen estando demasiado presentes y exponen a las mujeres a más sustancias tóxicas.
  • El lugar de la mujer en el hogar  
En los países en desarrollo, las mujeres siguen siendo a menudo las encargadas del mantenimiento del hogar, tanto en el interior como en el exterior, lo que provoca el uso masivo de productos domésticos que contienen sustancias peligrosas como microplásticos o tensioactivos. Según una encuesta de la ONU, las mujeres asumen al menos dos veces y media más tareas domésticas que los hombres. Una desigualdad social que también afecta a la salud de las mujeres. Además, ciertas prácticas, como la eliminación de residuos domésticos mediante la quema al aire libre, exponen a las mujeres a humos tóxicos y metales pesados.
  • Mayor exposición en profesiones feminizadas 
Estos mismos productos se utilizan también en el ámbito médico y social, que siguen siendo en gran medida llevados a cabo por mujeres, pero no exclusivamente.
En todo el mundo, millones de recicladores recorren cada día los vertederos al aire libre, donde la acumulación de residuos puede alcanzar a veces los 70 metros de altura. Estos recicladores son en su mayoría mujeres y niños. Estas poblaciones más pobres buscan alimentos, productos electrónicos o plásticos reciclables como fuente de ingresos. Los accidentes son numerosos: manipulación de residuos, derrumbes… más de dos tercios de las víctimas de estas tragedias son mujeres.
Es importante considerar que la contaminación por plásticos no es sólo un desastre ecológico, sino también una injusticia social que afecta a miles de personas cada día. No todos somos iguales en lo que respecta a la contaminación por plásticos. Las alternativas, si existen, no están sistemáticamente al alcance de todos.
Ha llegado el momento de tomar medidas globales y concretas para garantizar la protección de todos contra los riesgos que supone nuestro consumo de plástico: que las industrias tengan en cuenta los factores biológicos de las mujeres en el diseño y la composición de sus productos, que hoy en día se ignoran con demasiada frecuencia a pesar de las advertencias de los institutos de salud. 
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Bibliografía

https://fr.boell.org/sites/default/files/2020-02/Atls%20du%20Plastique%20VF.pdf 
https://wecf-france.org/limpact-des-polluants-chimiques-sur-la-sante-des-femmes/ 
https://news.un.org/fr/story/2021/03/1092962 
https://fr.boell.org/fr/2020/02/05/les-femmes-surexposees-au-plastique 
https://www.ifc.org/wps/wcm/connect/news_ext_content/ifc_external_corporate_site/news+and+events/news/cm-stories/serbia-waste-to-energy-fr